Ya se ha publicado la Resolución de 21 de febrero de 2024, de la Dirección General de la AEAT, por la que se aprueban las directrices generales del Plan Anual de Control Tributario y Aduanero de 2024, se ha publicado en el BOE el 29 de febrero de 2024.
En esta Resolución se desglosan las actuaciones más relevantes que se llevarán a cabo por parte de la Agencia Tributaria, en cuanto a las inspecciones y planes de actuaciones en el ejercicio 2024, en línea con lo establecido en el Plan Estratégico 2024-2027.
Se contienen, entre otras, las líneas generales en las que la AEAT se va a centrar a la hora de controlar los movimientos que los contribuyentes y las empresas realicen con criptomonedas. Dado que nuestro campo de estudio es básicamente éste, vamos a analizar estas directrices.
En la parte llamada «Prevención de los incumplimientos. El fomento del cumplimiento voluntario y la prevención del fraude» se recoge el control de cumplimiento de presentación de autoliquidaciones:
En 2023, durante el periodo voluntario de presentación de la declaración del IRPF de 2022, se realizó una campaña de avisos destinada a contribuyentes en los que, aún estando obligados a presentar la declaración de IRPF, se detectaba una elevada probabilidad de falta de presentación de la declaración. Para 2024 está prevista una ampliación del número de contribuyentes que serán destinatarios de dichos avisos, incorporando la experiencia adquirida durante la campaña desarrollada en 2023.
En clara alusión a los tenedores de criptodivisas aunque no lo diga expresamente si se hace referencia al «envío de comunicaciones a potenciales declarantes de las nuevas declaraciones informativas cuya presentación se realizará por primera vez en 2024″.
Aquí se encuentran tanto los proveedores de servicios con monedas virtuales residentes en España, o con establecimiento permanente, por su obligación de presentar los modelos 172 y 173, como aquellas personas residentes en España que tengan criptomonedas en proveedores de servicios con monedas virtuales no residentes en España, y que pudieran estar obligados a presentar el modelo 721 si el saldo conjunto en estos proveedores superara 50.000 euros a valor de mercado el día 31 de diciembre de 2023.
Algunos de estos contribuyentes ya han recibido en los primeros días de 2024 esta comunicación informativa para avisarles de la existencia de la obligación de realizar el modelo 721.
Es importante también destacar la campaña de avisos a contribuyentes para informarles de incidencias que pueden ser enmendadas mediante la entrada en Renta Web y su corrección posterior. Esperemos que este régimen facilite también la corrección voluntaria por parte de los contribuyentes de errores en las cantidades declaradas en el modelo 100 del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, pues en muchos casos estos errores en los cálculos de las ganancias y pérdidas patrimoniales y de los rendimientos con criptomonedas se producen por causas ajenas al contribuyente (errores en los datos facilitados por el exchange, imprecisiones a la hora de mostrarse los datos de determinadas wallets, etc.) y hay que proceder a corregirlos para evitar discrepancias importantes.
Con respecto a la calidad de la información, podemos leer lo siguiente:
También destaca como novedad en 2024 la implementación de las ya citadas nuevas obligaciones informativas sobre monedas virtuales, introducidas con la Ley 11/2021, que se ha desarrollado reglamentariamente en el ejercicio 2023 y, en consecuencia, será el ejercicio 2024 el primer año en el que la Agencia Tributaria dispondrá de información sobre saldos y operaciones con monedas virtuales.
La información se obtendrá a través de las distintas declaraciones informativas existentes relativas a monedas virtuales: Declaración informativa sobre saldos en monedas virtuales (Modelo 172), Declaración informativa sobre operaciones con monedas virtuales (Modelo 173) y Declaración informativa sobre monedas virtuales situadas en el extranjero (Modelo 721).
Esta novedad, parte del Plan de Nacional de Captación de Información de la AEAT, inserto dentro del Plan Estratégico 2024-2027, va a ser una fuente de datos importante para la Agencia, y unida a la información que obtiene desde la campaña del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas de 2022 (primer año en el que se obligó a los contribuyentes a desglosar las ganancias y pérdidas patrimoniales obtenidas mediante la transmisión de monedas virtuales por tipo de criptomoneda y por tipo de transacción) y desde la campaña del Impuesto sobre el Patrimonio de 2021 (en la que se desglosó la información patrimonial sobre criptomonedas por activo, número de unidades e importe unitario), va a proporcionar una información considerable sobre movimientos realizados en estos proveedores de servicios por los contribuyentes.
Con respecto a la investigación y las actuaciones de comprobación del fraude tributario y aduanero, y más concretamente a las actuaciones generales de control sobre el cumplimiento de la normativa interna, encontramos lo siguiente:
Estrechamente ligadas al mundo financiero se encuentran las operaciones que se realizan con monedas virtuales. En años anteriores, se ha mantenido la atención del control fiscal en monedas virtuales por los riesgos fiscales que estas operaciones conllevan. Ello justifica el mantenimiento en el año 2024 de las actuaciones iniciadas en años anteriores, cuyo objetivo es facilitar el cumplimiento voluntario de las obligaciones tributarias derivadas de las transacciones realizadas, así como el control de su correcta tributación. En este sentido, resultará especialmente relevante la información que se obtenga a través de los nuevos modelos informativos sobre monedas virtuales.
Una vez más, se advierte acerca de la información que se recogerá de las nuevas declaraciones informativas sobre monedas virtuales, y en este caso concreto del control sobre las inversiones realizadas en estos activos.
En conclusión la acción de la Agencia Tributaria de este año se va centrar en el análisis de los datos que se obtienen de los nuevos modelos informativos sobre monedas virtuales y el cruce de datos con los obtenidos en los diferentes impuestos sobre la renta (IRPF) y el patrimonio (IP) de las personas físicas.
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